LA SEMANA SANTA

La semana santa suele ser sinónimo de procesiones y actos religiosos, pero también es un periodo de esparcimiento en el que muchos como yo lo único que sacamo a la calle en esas fechas es la bicicleta. A lo largo de estos 4 días, he ido recorriéndo algúnos de los más bonitos parajes de la orografía madrileña. El jueves y el viernes santo, opté por ir por la zona de Aldea del fresno, Villa del Prado, Valmojado o Méntrida por citrar algunos pueblos. El sábado por el contrario subí hasta las calles de Casillas, un pueblo en Castilla y León caracterizado por su emblemástico castanar. Antes había cruzado los términos de Cadalso de los Vidrios, Cenicientos, Rozas de Puerto Real o San martin de valdeiglesias. El domingo era el día elegido para salir con mi compañero Miguel Angel y empezar a tener una primera toma de contacto con el recorrido de la marcha cicloturista que organiza el club ciclista Torrejón. Lugares como villar del Olmo, Morata de Tajuña, Ambite, Mondejar o Nuevo Baztan iban a ser los lugares a recorrer a lo largo de los más o menos 95 kilómetros de los que constó la marcha que ambos realizamos. Unos errores de orientación hizo que no pudieramos hacerla tal y como debería de ser, pero bueno...

X MARCHA COLMENAR VIEJO

Ya van por la 10ª edición de la marcha de Colmenar en las cuales 5 he tenido la oportunidad de poder participar. Cada biker tiene su propio objetivo, y el mio en esta ocasión era como suele ser habitual, mejorar la edición del año anterior. Para ello era necesario si era posible hacer menos de 4 horas a lo largo de 70 kilómetros, aunque a la mayoría nos salió 75. La mañana amaneció fresquita pero soleada. Para mi ideal para la practica del ciclismo. En total 1.000 bikers nos hemos dado cita en Colmenar y aunque la salida fue algo atípica ya que un buen número de participantes tomaron la salida antes de iniciarse. En cualquier caso, decir que el suelo estaba muy seco, lo que provocó que aquellos que salimos algo alejados de la cabeza, nos empolváramos más de lo deseado. Mi táctica para lograr mi objetivo consistía en no para en ningún habituallamiento salvo el tercero si la sed hacía acto de presencia. El itinerario de otros años es bastante exigente, ya que o te dosificas o por el contrario en los últimos 20 kilómetros terminas pagandolo. Las bajadas trialeras suelen ser el lugar elegido por muchos para ganar tiempo, pero también es dónde muchos besan el suelo en la mayoría de las veces innecesariamente. Después de recorrer las dos terceras partes de la marcha, opto al final por apretar un poco más el ritmo, lo que me permite que salvo dos participantes, el resto que me iba encontrando los iba adelantando con más o menos dificultad según se mire la cosa. Paro en el último avituallamiento a reponer liquido y tomo el último escollo que no es otro que una trialera de subida que algunos sufrieron en forma de calambres. Al menos a 3 delante de mí tuvieron que parar por este motivo. Al final puesto 311 y un tiempo empleado de 3 h y 56 minutos. Objetivo cumplido y bastante satisfecho, ya que según mis cálculos era consciente que para conseguirlo tenía que hacer como mínimo una media de 18 kms/hora. Eso sí el año que viene a por las 3 horas y 30 minutos.

MARCHA CICLOTURISTA FCO SANZ

Me había pasado media noche casi sin dormir. Había quedado con mi compañero Miguel ángel a las 7:30 en su casa y tenía miedo de dormirme. Llegamos sobre las 8 a Alcobendas y tras buscar un bar para desayunar que estuviera abierto, cosa por otro lado

algo difícil por lo que estoy cada domingo comprobando en algunos lugares, recogemos los regalos. Un veraniego maillot, que para mi gusto debería de haber venido con un cd de Georgi Dam con la canción del verano "mami que será lo que quiere el negro". Pero bueno bromas aparte volvamos con la marcha propiamente dicha. A las 9 y media salíamos todos los cocloturistas del velódromo de Alcobendas, y tras callejear por las calles de esta localidad y la de San Sebastian de los Reyes, finalmente tomamos dirección a Talamanca de Jarama. Un "pueblo" que ha dejado tal consideración como la mayoría de los alrededores de Madrid para convertirse en ciudades dormitorio salpicadas a lo largo y ancho de chalets adosados.

Salimos a la N-320 y tras algunos kilómetros iniciamos el ascenso al alto de Caiza en dónde cada uno sube como puede. Llega el avituallamiento y tras un tiempo que a mi se me antoja tal vez demasiado largo, iniciamos el descenso hacia Torrelaguna por la M-129. Nueva parada en esta ocasión para reagruparse antes de tomar nuevamente la carretera nacional. Tras girar hacia la derecha con dirección a el Casar, el pelotón inicia un vertiginoso ritmo en el cual el velocímetro no baja durante varios kilómetros de los 35-40 kilómetros por hora. Faltando unos 30 minutos aproximadamente para la llegada a meta, una nueva reagrupación. Y es que el pelotón seguía en su empeño por hacernos de sacar a todos los que aguantábamos el tirón una buena media. La entrada triunfal por las calles de Alcobendas, y entre continuos subes y bajas que ponían a prueba nuestros ya fatigados cuádriceps, terminan por romper totalmente el grupo compacto que a lo largo de casi 20 kilómetros se había mantenido unido protegiéndose así del molesto viento que de forma lateral en algunos momentos y frontalmente en otros se empeñaba por endurecer algo más si cabe esta marcha cicloturista.

En un terreno propicio para fondistas, la marcha finaliza nuevamente en el velódromo de Alcobendas con 100 kilómetros de recorrido y con algo más de 31 de media. Como suele pasar en las etapas de profesionales, en esta los escaladores sufrieron desde la bajada del alto de Caiza por el intenso ritmo que se impuso en esta edición del memorial Fco Sanz 2011.

LA SIERRA DE SAN VICENTE

Como antesala a la cicloturista de mañana, y aprovechando la bonanza climática, hoy sábado he optado por hacer una ruta, que si bien en principio no iba a ser demasiado dificultosa, lo cierto es que el viento de cara en algunos tramos de la C-501 y la zona rompe-piernas de Piedralaves, ha provocado que a pesar de sacar una media de 28 kms/h, llegara con bastante cansancio. La ruta la he iniciado en el coqueto pueblo de Santa María del Tietar, pasando por Sotillo, Fresnedilla, subida por el alto el día, el puerto del Piélago de 1.213 mts de altitud, Navamorcuende, Sotillo de las palomas, Buenaventura y de ahí y tras cruzar el puente sobre el río Tietar, tomar la CM-501 hacia la derecha con dirección a Piedralaves y la Adrada para acabar como al principio en Santa María del Tormes. Un total de 105 kilómetros recorridos en un ambiente excesivamente cálido, hasta el extremo de tener que para en varias ocasiones a reponer liquido.

El puerto del Piélago le conocí en la edición de hace dos años de la marcha cicloturista de

las cimas de Gredos. Actualmente y según mi información este año no se va a celebrar, lo que deja a la zona centro algo coja en lo que a marchas de larga distancia se refiere. El piélago era el primer puerto de los cuatro que se subía y la verdad que ahora que a lo mejor lo he subido con más relajación, he podido plasmar algunas fotos y darme cuenta de la belleza que este puerto tiene.

Tanto las panorámicas que se pueden ver desde el propio asfalto hasta el arbolado que rodea esta carretera, principalmente robles y pinos, hace una verdadera gozada para la vista el poder recorrer sus más o menos 7 kilómetros que hay desde el cruce de la CM-5001 con la TO-9045.

Ahora toca descansar y disfrutar de todo lo vivido hoy en esta bonita ruta. Mañana a las 7 de la mañana tengo que estar levantado ya que a las 8 y como ya he dicho antes tengo una cita con Alcobendas para la marcha que el club ciclista de esta localidad madrileña organiza por los pueblos del norte de la comunidad.

LOS ALTOS DE LA MARAÑOSA Y VALGRANDE

Tal vez sea junto con el carril de Colmenar, el de San Martin de la Vega dos de los más visitados por el aficionado al deporte de las dos ruedas y el piñón. Por ello quizás los responsables politicos deberían de cuidar algo más de lo que lo hacen estos pasos ciclistas hacia las diferentes partes de la geografía española. Estos dos que he citado aunque mejorables, viendo los carril bicis urbanos ¡vamos que son una maravilla!.

Yo los suelo recorrer frecuentemente y en concreto este de San Martín, me permite acceder a través de él a localidades del sureste madrileño tan conocidas como Aranjuez, Chichón, Morata de Tajuña, Arganda del Rey, etc. Y todo ello dejando el vehículo en casa.

Junto a mi compañero Miguel ángel, en esta ocasión decidimos que nuestro punto de retorno y a la vez de avituallamiento fuera Morata de Tajuña. Desde nuestros domicilios y hasta esta localidad, entre ida y vuelta nos salía algo más de 90 kilómetros. Resulta difícil de imaginar para los neófitos, el número de aficionados al ciclismo, tanto de diferentes clubes del sur madrileño como independientes que con sus bicis perfectamente equipadas, dedican unas buenas horas de los fines de semana en "machacarse" los músculos haciendo, en muchas ocasiones de liebre y en otras poniéndose a rueda de otros mejor preparados físicamente, en un intento por emular a sus ídolos del presente y del pasado como Contador o Indurain por poner unos pocos ejemplos. En este caso en el itinerario planificado existían dos altos bastantes conocidos por todos los que visitamos asiduamente esta zona. Me estoy refriendo al alto de la Marañosa y el de Valgrande este último entre las localidades de San Martín y Morata. La mañana aunque un poco fresquita al principio, lo cierto es que conforme el día iba entrando, el mercurio nos obligó a quitarnos el chubasquero a todos aquellos que como yo le había incluido como parte de la equipación del día. Al final buenas vibraciones y una mañana super agradable para la práctica de este deporte.

Cansancio lo justo y eso que el día anterior ya nos habíamos dado una buena ¡zurra! con la mtb. En fin que a descansar que mañana hay que currar y ya a recuperarse porque el domingo día 10 tengo una cita con mi segunda marcha cicloturista. En esta ocasión será aquí en Madrid y organizada por el club ciclista Alcobendas.

Un saludo.

POR LA LOMA DE LA CUERDA DE LA PARADA

De los cinco chiquilicuatres, tan solo Luis era el único que no había realizado la ruta de la cuerda de la parada. El mismo viernes estuvimos los tres comentando la posibilidad de poder hacer esta bonita ruta y de paso desempolvar la bici de montaña que últimamente esta un poco olvidada. Pues eso dicho y hecho, para que dejarlo para más tarde. Quedamos a las 8 de la mañana en casa de Miguel Ángel y como suele ser habitual resulta un poco raro para los demás que te vean a estas horas intempestivas de la mañana dando pedales con pantalón corto y cara de recién levantado. Pero bueno eso da igual, ya que a mi me pasa lo mismo cuando veo a la gente a la 7 de la mañana con cara de no haberse acostado y con una cogorza del 15. Volviendo de nuevo a lo que interesa cabe decir que a las 9 de la mañana estábamos ya en Aldea del Freno desayunando y con ganas de empezar a pedalear. Normalmente por la mañana los ciclistas solemos llevar el depósito lleno de hidratos y es obligado empezar por tanto a quemarlos, que digo yo para eso los llevamos encima ¿n0?. Bueno pues empezamos a pedalear con un poco de fresco, sobre todo ayudado por la proximidad de las embalsadas aguas del Alberche. La primera subida esta asfaltada de hormigón, y la verdad que las ruedas se clavan como unas condenadas. Eso provoca que empecemos a notar en nuestras piernas el vaticinio de lo que se avecina a lo largo de más o menos 15 kilómetros, continuas subidas aunque el algunos puntos del cordal el menor desnivel del terreno deja tiempo para poder coger algo de resuello. Como siempre la subida a monte agudillo es como diría un italiano molto difichile. De ahí bajada

vertiginosa y a diferencia de otras ocasiones en este caso optamos por realizar otra subida, pero con la bici a nuestro lado. Encaramos las empinadas laderas del yelmo de San Juan. Y lo hacemos por la senda que aunque poco señalizada ¡gracias a dios! (así se conserva menos masificada), nos conduce hacia la cima de este enorme peñasco granítico que es un referente para las embalsadas aguas del río Cofio a escaso 500 mts de su desembocadura en el Alberche. Al final unas birras para reponer fuerzas en el restaurante el puerto y llegada al coche. Fin del sábado.