Juanki y sus aficiones

 EL NACIMIENTO DE LAS LAGUNAS DE RUIDERA

        Ruidera es para muchos un pequeño paraíso natural en medio de la mancha. Un lugar en el que para algunos en ella se respira un nostálgico aire quijotesco, mientras que para otros es un ambiente acogedor en donde poder relajarse y explayarse gracias a su entorno mágico. Pero......¿cómo nacieron las lagunas?. Bueno lo explicaré de la mejor forma posible y tal como a mi me lo han contado. Hace muchos muchos muchos millones de años el campo de montiel era una vasta y extensa masa de tierra que por capricho de la madre naturaleza fue abriéndose en el mismo una pequeña fractura longitudinal a modo de falla que estaba separándose en dos orillas y que según crecía y más se alejaban la una de la otra, más profunda se iba haciendo también la grieta.  Hay que decir que el campo de montiel, está formado por abundante roca caliza dolomitizada que con las lluvias y las nieves de siglos y siglos fue filtrándose a través de las mismas hasta dar con la segunda capa que esta zona tiene y que a diferencia de la anterior es impermeable. Nos estamos refiriendo a un suelo de tipo arcilloso. Podríamos decir a modo de ejemplo que la naturaleza utiliza la arcilla como si de un plástico natural se tratara y que retiene el agua formándose así grandes bolsas naciendo de este modo los famosos acuíferos naturales 

subterráneos que muchos habrán oído hablar alguna vez. Conforme iba haciéndose más y más profunda se iba acercando cada vez más a la capa arcillosa del suelo.

 Al final y como era de esperar esto ocurrió y al quebrarse empezó debido a la presión acumulada a brotar hacia arriba y a invertir el agua su recorrido que había hecho hace millones de años. Ahora las pequeñas fluctuaciones de agua estaban saliendo por diversos puntos del campo de montiel, por las zonas más débiles  y sin quererlo estaba creando el nacimiento del río guadiana. Hay que destacar que si bien la mayoría de los ríos españoles importantes como el ebro, tajo o guadalquivir, el guadiana nace en una plana meseta. Había nacido el vergonzoso río que a veces quiere ser visto y en otras ocasiones parece desaparecer para no volver, pero como buen muchacho sale un poco más abajo y continúa su largo discurrir hasta adentrarse en los embalses de peñarroya, vicario y de este modo llegar por fin a la comunidad extremeña por el embalse de cijara.  Es muy probable que algunos hayan padecido en sus hogares la acumulación de cal en sus cañerías y en sus lavadoras. Pues bien, eso mismo y con el discurrir de sus aguas durante largos siglos, las partículas de esta sustancia alcalina de un blanco lechoso se fueron acumulando unas con otras por diferentes puntos del cauce del río en forma horizontal al mismo formándose así unas barreras naturales que a fecha de hoy han creado estas 15 lagunas que van desde la laguna blanca  a 870 mts de altitud hasta la cenagal con casi 730 mts salvando un desnivel de unos 150 mts desde la primera laguna y hasta quedar sus aguas retenidas, esta vez por culpa de la mano del hombre, en el cercano embalse de peñarroya.   

        Pues es más o menos como me lo han contado y así lo he narrado yo. Realmente merece la pena visitar de vez en cuando este bello entorno a caballo entre las provincias de Albacete y Ciudad real. Cada estación tiene su encanto. 

La primavera el bonito brotar de la naturaleza del campo de montiel salpicado de flores y un aroma exclusivo que solo en este punto se da. El verano es tomado por los veraneantes que llegados desde diferentes puntos del centro peninsular copan sus pocas orillas accesibles para refrescarse en las limpias y frescas aguas del guadiana. El otoño sus árboles se tiñen de un rojo intenso que le confiere un encanto especial, mientras que el invierno las brumas frecuentes a lo largo de la fría estación le dan un cierto misterio para todo visitantes en esta época del año y para los que tenemos la suerte de poder bucear bajo sus aguas podremos observar que incluso con las aguas por debajo de los 12 grados en ocasiones la vida sigue existiendo en las mismas y gozar del periodo del año con las aguas más transparentes que parece uno estar en otra dimensión.