
Llevaba casi un año sin meterme bajo las cálidas aguas del mediterráneo y la verdad que ya tocaba. La fecha elegida fue el fin de semana del 16 al 18 de julio y el lugar elegido la zona de Mazarrón y más en concreto en los acantilados de la Azohía. Esta es una pequeña y turística localidad marinera otrora dedicada al arte de pesca de la almadraba y en la actualidad prácticamente dependiendo del turismo nacional. Allí se encuentran cuatro centros de buceo, lo que quiere decir la importancia que este deporte tiene en este entorno de la provincia de Murcia. Realicé tres inmersiones como suele venir siendo habitual en el club al cual pertenezco, Yubarta. Los acantilados de la azohía suelen ser el excelente lugar para dar cobijo a diferentes especies marinas como son el caso de nudibránquios y los cada vez más numerosos pulpos. Inmersiones en puntos como el arco, la mina de cristal o el tajo colorao son un ejemplo de ello. Al final tuvimos la suerte de ver incluso algunos delfines navegando por la superficie y disfrutar de unas tranquilas inmersiones en unas aguas a 26 grados de temperatura, aunque a una profundidad de -22 mts encontrabamos termoclinas que hacia descender el liquido elemento hasta los 19 grados.
e hay entre cotos y valdeski. En total unos 18 kilómetros por vuelta. Practicar deporte a esta altitud favorece la oxigenación de la sangre y por tanto un mayor rendimiento deportivo. No es por ello extraño que incluso deportistas de élite en disciplinas tan variadas como atletismo, ciclismo, escalada etc, empleen como zona de entrenamiento este bello rincón a caballo entre las comunidades de Castilla león y la de Madrid. Aquí dedico en muchas ocasiones algunas horas en hacer series de 60 a 100 kilómetros con el fin de preparar algunas de las diferentes marchas en las que participo a lo largo del año. En esta ocasión la que he preparado es la de Peña negra y Tremedal que tiene su celebración como cada año en el Barco de Avila y que se celebra mañana día 11 de julio. Veremos si hay suerte y se mejora el tiempo del año pasado. Al menos me conformaré con que no me sienten mal los spaggettis como me sucedió el año pasado. Sin duda que para mañana las famosas judías del barco tendrán protagonismo en mi comida. De eso no me cabe la menor duda.