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martes, 21 de febrero de 2012

LA PRESA DE LA PARRA


Tras varios días de tener la mtb también "en remojo", tenía mucha ilusión por hacer una ruta que si bien era de las primeras que había realizado hace ya unos años cuando adquirí mi bici, no la pude terminar completa porque me inesperencia provocó terminar desorientado en un valle perdido, eso sí sin dinosaurios. Después de terminar la ruta del sábado y cuando me dispongo a realizar las revisiones oportunas para comprobar que todo estaba iben y..."zas". el cuadro con una gran raja por la parte de la tija.  Gracias a la holgura que percibía en mi sillín pe pude percatar de la gran averia que a escasas horas de hacer la ruta de Torrelaguna a Alpedrete de la sierra tenia mi bici. Casi ya sin tiempo para mejoras, compro una soldadura en frio de dos tubos que rellenos de una pegajosa masa había que mezclar. Parche provisional y tras dejarlo secar unas horas amanece la mañana del domingo.

   Con Miguel ángel y con Luis había quedado en la puerta de mi domicilio a las 8 am. Salimos con dirección Torrelaguna por la N-1 y durante el trayecto solo mi mente estaba en como iba a responder el puñetero cuadro. Llegamos a este pueblo cuna de Maria de la cabeza esposa de San Isidro labrador, y tras desayunar como Dios manda nos disponemos a tomar las pistas del canal. Como no podría ser de otra manera despiste tras despiste hasta dar con la pista adecuada nos hace perder un tiempo precioso y realizar sin quererlo algunos kilómetros de más sobre todo de subida la mayoría de ellos. La parada en Patones de arriba es casi una obligación para todo biker, y en este punto acordamos realizar el primer abituallamiento de la mañana y hacer aprovechando la misma unas bonitas fotografías de esta localidad serrana. Tras algunas subidas y unos kilómetros más, por fin conseguimos finalmente acceder a la carretera del Atazar, y tras cruzarla iniciar un rápido descenso hacia la presa de la parra. El cuadro sigue respondiendo, ¡¡¡bieeeeen!!!. El recorrido por este punto es magnífico. El río a nuestra derecha, cortados de piedra a nuestra izquierda y un camino cómodo y tranquilo. Tan solo roto por el paso de varios bikers que en dirección opuesta hacen el mismo recorrido que nosotros. A lo lejos y tras una leve pendiente logramos acceder hasta la presa de la parra. Quedamos maravillados por la tranquilidad que se respira en esta zona. Se puede casi oír el silencio y nuevamente la obligada sesión de fotos un nuevo habituallamiento y ya sin prisas pero sin pausas empezar a recorrer la otra parte de la ruta, en esta ocasión por la márgen izquierda del río Lozoya. Atravesamos la presa y pasamos por un estrecho acceso entre piedras de pizarras cuando noto que mi rueda delantera ha perdido casi todo el aire que tenía.."pinchazoooooo". Otra buena escusa para seguir comentando la jornada y para descansar un poco más antes de encarar  una nueva subida de varios kilómetros por un bosque de pinos a los pies del arroyo Robledillo que hizo la delicia de aquellos que como nosotros tuvimos la oportunidad de poder saborear. 


 





 

   Aquí acaba este en un cruce de caminos.  Un nuevo camino que de norte a sur atraviesa una buena parte de esta sierra. A la izquierda rumbo al pueblo del Atazar, y a la derecha  rumbo a  Alpedrete de la sierra nuestro siguiente destino. Una buena bajada y otra buena subida en dónde lo hago casi de pies sobre la bici. No olvidemos que mi cuadro estaba roto y en dónde ya empiezo a notar como la grieta se empieza a ver nuevamente un poco..¡¡¡leches!!!. Llego a Alpedrete y a la espera de que vengan también mis dos compis, hago una nueva sesión de fotos. Llega primero Luis y viene también con la rueda trasera pinchada..¡¡¡manda cojones!!!. Llega Miguel ángel un poco ya notando en su cuerpo los rigores de las subidas y tras proveernos de agua gracias a la amabilidad de una vecina que nos llena los bidones del grifo de su casa, continuamos ya sin ¿más contratiempos?. Nada más lejos de la realidad ya que al tomar la primera curva de la carretera que nos va a llevar al pontón, noto que la bici no va bien...¡¡¡joder otra vez he pinchado!!!. Ahora en la de atrás, aunque este tiene que ser tan pequeño que tras inflar la rueda un poco más, conseguimos llegar al pontón de la oliva sin ya grandes contratiempos dignos de mención. La hora y el estado de mi bici como es lógico, pendiente sobre todo del cuadro y el pinchazo, provoca que optamos ahora sí ya por no perder más tiempo y tomar rumbo en esta ocasión por carretera dirección a Torrelaguna con un viento de cara que nos hizo forzar más de la cuenta las máquinas. Ya en el pueblo nos esperarían unas refrescantes cervecitas que nos teníamos totalmente merecidas. No todo va a ser dar pedales, subir cuestas y arreglar pinchazos digo yo..¿no?.

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